Actualizado en abril de 2022 / Publicado inicialmente en 2017

La coenzima Q10 (CoQ10) es un componente fundamental de las mitocondrias, la unidad que produce energía en todas las células del organismo. La CoQ10 participa en la fabricación de ATP, que el organismo utiliza para producir energía. La función de la CoQ10 es parecida a la de una bujía en el motor de un automóvil: sin esa chispa inicial, el cuerpo humano no puede funcionar.

La CoQ10 se puede fabricar en el organismo, pero a veces este no produce suficiente. El corazón es uno de los órganos más activos desde el punto de vista metabólico, por lo que una deficiencia de CoQ10 es la que más afecta al corazón y puede provocar problemas graves. La carencia puede deberse a una mala alimentación, a defectos genéticos o adquiridos que limitan la síntesis de CoQ10, o a un aumento de las necesidades de los tejidos. Las enfermedades cardíacas y vasculares, como el colesterol alto y la hipertensión, pueden aumentar la demanda de CoQ10 por parte de los tejidos. Además, es posible que las personas mayores de 50 años necesiten más CoQ10, ya que se sabe que los niveles disminuyen con la edad.

¿Existen fuentes alimentarias de CoQ10?

Sí, pero la ingesta diaria normal de CoQ10 procedente de fuentes alimentarias es de apenas 3 a 5 mg, lo que no se acerca al nivel necesario para aumentar de forma significativa los niveles en la sangre y en los tejidos. La carne, las aves de corral y el pescado aportan la mayor parte de la CoQ10 en la alimentación.

¿Cuáles son los principales usos de la CoQ10?

Los suplementos de CoQ10 se utilizan principalmente para tratar o prevenir enfermedades cardiovasculares como el colesterol alto, la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca congestiva, la cardiomiopatía, el prolapso de la válvula mitral, la cirugía de bypass coronario y la angina de pecho. Numerosos estudios científicos han validado estos usos. Además, se ha demostrado que la CoQ10 es útil para combatir la diabetes, la enfermedad periodontal, la inmunodeficiencia, el cáncer, la obesidad y la distrofia muscular.

Tenga en cuenta que puede ser necesario tomar un suplemento diario de CoQ10 durante ocho semanas o más antes de ver una mejora notable en cualquiera de estas enfermedades.

¿Cómo mejora la CoQ10 la función cardíaca?

La CoQ10 aumenta la producción de energía en el músculo cardíaco y actúa como antioxidante. La carencia de CoQ10 es frecuente en los pacientes que sufren enfermedades cardíacas: los resultados de las biopsias del tejido cardíaco de pacientes con diversas enfermedades cardiovasculares mostraron una carencia de CoQ10 en el 50 al 75 por ciento de los casos. Con frecuencia, la corrección de la carencia de CoQ10 puede producir resultados clínicos extraordinarios en los pacientes que padecen cualquier tipo de enfermedad cardíaca.

¿Puede la CoQ10 reducir la presión arterial?

Las investigaciones demuestran que el 39 % de los pacientes con hipertensión presentan una carencia de CoQ10. En varios estudios, se ha demostrado que la administración de suplementos de CoQ10 reduce la presión arterial en pacientes con hipertensión, aunque el efecto no se suele observar sino después de ocho a diez semanas. Las reducciones normales de la presión arterial, tanto sistólica como diastólica, se sitúan en el rango del 10 %.

¿Cómo la CoQ10 refuerza el sistema inmunitario?

Los tejidos y las células que intervienen en la función inmunitaria dependen en gran medida de la energía y requieren un suministro adecuado de CoQ10 para funcionar de forma óptima. Hay estudios que han documentado el efecto potenciador de la inmunidad de la CoQ10. Además, sin duda, la CoQ10 se debería utilizar en pacientes con cáncer después de tomar cualquier tipo de fármaco de quimioterapia que se relacione con la toxicidad cardíaca, como la adriamicina y las atralinas.

¿Puede la CoQ10 promover el adelgazamiento?

Debido a que la CoQ10 es un cofactor esencial para la producción de energía, es posible que la carencia de CoQ10 sea un factor que influya en algunos casos de obesidad. Según un estudio realizado con personas obesas, el 52 % tenía niveles bajos de CoQ10. Cuando se les dio 100 mg al día de CoQ10, experimentaron un descenso de peso considerable.

¿Cuál es la mejor forma de CoQ10?

La mayor parte de la CoQ10 de uso comercial se produce principalmente a través de un proceso de fermentación de la levadura. La CoQ10 está disponible en dos formas químicas intercambiables dentro del organismo: ubiquinona y ubiquinol. Estas dos formas también están disponibles como suplementos nutricionales; sin embargo, una vez que se absorben, ambas son intercambiables. Aproximadamente el 95 % de la CoQ10 en el organismo se encuentra en forma de ubiquinol. Esta es la forma más activa. Sin embargo, la ingesta de ubiquinona normalmente da lugar a una conversión fácil en ubiquinol en el organismo. Así que, a la larga, cualquiera de las dos formas aumenta a la larga los niveles de ubiquinol en la sangre. Si toma ubiquinona, hágalo con alimentos (sobre todo con aceites) para mejorar la absorción.

¿Qué cantidad de CoQ10 debo tomar?

En el caso de las personas que toman una estatina o las que desean un refuerzo antioxidante general, la dosis de CoQ10 es generalmente de 100 mg independientemente de la forma. Para las personas que necesitan más debido al estrés del corazón, el envejecimiento, la obesidad o la diabetes, la dosis es de 150 a 200 mg en el caso de la ubiquinona y de 100 a 150 mg en el caso del ubiquinol. Asegúrese de tomar la CoQ10 junto con los alimentos para lograr una máxima absorción.

¿La CoQ10 es inocua?

La coenzima Q10 es sumamente inocua: nunca se han registrado efectos adversos graves, ni siquiera con un uso prolongado. Debido a que no se ha demostrado su inocuidad durante el embarazo y la lactancia, la CoQ10 no se debe utilizar durante estos períodos a menos que los posibles beneficios clínicos (determinados por un médico) superen los riesgos.

¿La CoQ10 interactúa con algún medicamento?

No se conocen interacciones adversas entre la CoQ10 y ningún medicamento o nutriente. No obstante, muchos fármacos pueden afectar de forma negativa los niveles de CoQ10, y es posible que la CoQ10 pueda reducir los efectos secundarios de algunos fármacos. Además de la adriamicina, se ha demostrado que la administración de suplementos de CoQ10 contrarresta algunos de los efectos adversos de ciertos fármacos que reducen el colesterol, los betabloqueantes y los psicotrópicos. La lovastatina (Mevacor), la pravastatina (Pravachol), la atorvastatina (Lipitor) y la simvastatina (Zocor) se utilizan para reducir los niveles de colesterol en la sangre mediante la inhibición de la enzima (HMG CoA reductasa) necesaria para producir colesterol en el hígado. Lamentablemente, estos fármacos también bloquean la fabricación de otras sustancias necesarias para las funciones corporales, incluida la CoQ10. Es necesario tomar un suplemento de CoQ10 (50 mg al día) para evitar su disminución en los tejidos corporales mientras se usan estos fármacos.

Referencias:

  1. Schandalik R, Gatti G, and Perucca E: Pharmacokinetics of silybin in bile following administration of silipide and silymarin in cholecystectomy patients. Arzneim Forsch 1992;42(7):964-8.
  2. Barzaghi N, et al.: Pharmacokinetic studies on IdB 1016, a silybin-phosphatidylcholine complex, in healthy human subjects. Eur J Drug Metab Pharmacokinet 1990;15(4):333-8.
  3. Mascarella S, et al.:Therapeutic and antilipoperoxidant effects of silybin-phosphatidylcholine complex in chronic liver disease: Preliminary results. Curr Ther Res 1993;53(1):98-102.
  4. Vailati A, et al.: Randomized open study of the dose-effect relationship of a short course of IdB 1016 in patients with viral or alcoholic hepatitis. Fitoterapia 1993;44(3):219-28.
  5. Marena C and Lampertico P: Preliminary clinical development of Silipide: A new complex of silybin in toxic liver disorders. Planta Medical 1991;57(S2):A124-5.
  6. Facino RM, et al.: Free radicals scavenging action and anti-enzyme activities of procyanidines from Vitis vinifera. A mechanism for their capillary protective action. Arzneim Forsch 1994;44:592-601.
  7.  Schwitters B and Masquelier J: OPC in Practice: Biflavanols and Their Application. Alfa Omega, Rome, Italy, 1993.
  8. Corbe C, Boisin JP and Siou A: Light vision and chorioretinal circulation. Study of the effect of procyanidolic oligomers (Endotelon). J Fr Ophtalmol 1988;11:453-60.
  9. Boissin JP, Corbe C and Siou A: Chorioretinal circulation and dazzling: use of procyanidol oligomers. Bull Soc Ophtalmol Fr 1988;88:173-4,177-9.
  10. Weihmayr T and Ernst E.Therapeutic effectiveness of Crataegus. Fortschr Med 1996;114:27–9.
  11. Schmidt U, et al.: Efficacy of the Hawthorn (Crataegus) preparation LI 132 in 78 patients with chronic congestive heart failure defined as NYHA functional class II. Phytomed 1994;1(1):17–24.
  12. Schussler M, Holzl J, Fricke U: Myocardial effects of flavonoids from Crataegus species. Arzneim Forsch 1995;45:842-5.
  13. Hertog MG, et al: Dietary antioxidant flavonoids and risk of coronary heart disease: the Zutphen Elderly Study. Lancet 1993;342:1007-11.
  14. Wegrowski J, Robert Am and Moczar M:The effect of procyanidolic oligomers on the composition of normal and hypercholesterolemic rabbit aortas. Biochem Pharmacol 1984;33:3491-7.
  15. Wilkinson EG, et al.: Bioenergetics in clinical medicine. VI. Adjunctive treatment of periodontal disease with coenzyme Q10. Res Commun Chem Pathol Pharmacol 1976;14:715-9.
  16. Hanioka T, et al.: Effect of topical application of coenzyme Q10 on adult periodontitis. Mol Aspects Med 1994;15(Suppl):S241-8.
  17. Folkers K, et al.: Increase in levels of IgG in serum of patients treated with coenzyme Q10. Res Comm Pathol Pharmacol 1982;38:335-8.
  18. Lockwood K, Moesgaard S, Folkers K. Partial and complete regression of breast cancer in patients in relation to dosage of coenzyme Q10. Biochem Biophys Res Comm 1994;199:1504-8.
  19.  Lockwood K, Moesgaard S,Yamamoto T, Folkers K. Progress on therapy of breast cancer with vitamin Q10 and the regression of metastases. Biochem Biophys Res Comm 1995;212:172-7.
  20. Iarussi D, et al.: Protective effect of coenzyme Q10 on anthracyclines cardiotoxicity: control study in children with acute lymphoblastic leukemia and non-Hodgkin lymphoma. Mol Aspects Med 1994;15(Suppl.):s207-12.
  21. van Gaal L, de Leeuw ID, Vadhanavikit S, and Folkers K: Exploratory study of coenzyme Q10 in obesity. In: Folkers K,Yamamura Y, eds: Biomedical and Clinical Aspects of Coenzyme Q, Vol 4. Elsevier Science Publ, Amsterdam,1984. pp369-73.
  22. Weiss M, et al.: Bioavailability of four oral coenzyme Q10 formulations in healthy volunteers. Molec Aspects Med 1994;15:273-80.
  23. Chopra RK, et al.: Relative bioavailability of coenzyme Q10 formulations in human subjects. Internat J Vit Nutr Res 1998;68:109-13.
  24. Malqvist ML, et al.: Bioavailability of two different formulations of coenzyme Q10 in healthy subjects. Asia Pacific J Clin Nutr 1998;7:37-40.
  25. Zhang Y,Turunen M, and Appelkvist EL: Restricted uptake of dietary coenzyme Q is in contrast to the unrestricted uptake of alpha-tocopherol into rat organs and cells. J Nutr 1996;126:2089-97.
  26. Ibrahim WH, et al.: Dietary coenzyme Q10 and vitamin E alter the status of these compounds in rat tissues and mitochondria. J Nutr 2000;130:2343-8.
  27. Kaikkonen J, et al.: Antioxidative efficacy of parallel and combinedsupplementation with coenzyme Q10 and d-alpha-tocopherol in mild lyhypercholesterolemic subjects: a randomized placebo-controlled clinicalstudy Free Radic Res 2000;33:329-40.
  28. Bargossi AM, et al.: Exogenous CoQ10 supplementation prevents plasma ubiquinone reduction induced by HMG-CoA reductase inhibitors. Mol Aspects Med 1994;15(Suppl.):s187-93.